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Cinco precursores que mostraron el camino al navegador de tu coche

¿Cuál es la Historia de los navegadores GPS?

Saber de dónde venimos y hacia dónde vamos no sólo ha sido una preocupación filosófica que ha acuciado al ser humano durante milenios. También la idea de poder seguir sobre un mapa los pasos recorridos y la ruta restante hacia el punto de destino ha inquietado a varias mentes que en su día soñaron con que un navegador les guiara, con mayor o menor acierto.

Desde un bastón multiusos concebido como sistema personal de navegación, pasando por los trazadores de caminos recorridos en automóvil, hasta llegar a algunos dispositivos más o menos automatizados que quedaron relegados con el despliegue de los primeros aparatos electrónicos de geolocalización, la Historia del desarrollo de los sistemas de navegación es sencillamente fascinante.

1893: la Feria Mundial de Chicago y sus curiosos mapas ocultos en un bastón

Mapas Baston Feria Chicago 1893

Para conocer al bisabuelo de toda la tecnología que hoy nos muestra el camino, debemos retroceder hasta el año en el que Rudolf Diesel recibió en Alemania la patente del motor que lleva su nombre. Lejos de allí, en la Feria Mundial de Chicago, la Columbian Novelty Company cerraba las celebraciones por el 400º aniversario del Descubrimento de América presentando los mapas de bastón.

Mapas Baston Feria Chicago 1893

Aquellos mapas de 10 pulgadas de alto por 16 pulgadas de ancho (25,4 x 40,6 cm) se presentaban impresos por las dos caras, con el mapa del recinto ferial y el mapa de Chicago, incluyendo las atracciones turísticas más populares de la zona. Quizá no fueran unos navegadores al uso, pero aquellos mapas de bastón que se vendían en la feria pusieron la primera piedra del camino con un invento tan revolucionario como novelesco.

Los locos años 20 y el Plus Fours Rutefinder

Rutometro 1932 3

Corría la década de los años 20 y los bastones ya comenzaban a ser cosa del pasado. Por el contrario, los relojes de pulsera se estaban popularizando, y quizá por eso el Plus Fours Rutefinder se presentó como un sistema de navegación personal que se emplazaba en la muñeca, como si de un moderno reloj se tratase.

Rutometro 1932 2

En el lugar que ocuparía la esfera se colocaban los mapas, que eran intercambiables y se enrollaban con unas manecillas a medida que se avanzaba en el camino. Eso sí, los mapas eran unidireccionales, de manera que no eran aptos para personas con tendencia a cambiar de planes de manera repentina.

1932: Iter-Auto y las alertas para el conductor

Rutometro 1932 1

Fue otro evento similar al de Chicago donde se vio el primer navegador a bordo de un vehículo. En este caso, hablamos de la Feria Comercial de Milán de 1932. El invento, fabricado en la misma ciudad italiana, fue bautizado con el descriptivo nombre de Iter-Auto (del latín iter, camino, y del griego αὐτο, por sí mismo).

Rutometro 1932

El Iter-Auto se basaba en el mismo principio que el Plus Fours Rutefinder, pero se conectaba al velocímetro del automóvil para calcular qué distancia recorría el vehículo. Y no sólo eso, sino que con este aparato por primera vez un sistema de navegación avisaba al conductor de los próximos puntos de interés a una distancia de unos 3 kilómetros, para que el conductor pudiera adoptar medidas. Entre otras circunstancias, avisaba de cruces de carreteras, puentes, curvas peligrosas, áreas de descanso, garajes y hoteles.

Rutometro

Sin embargo, tenía un problema que se evidenciaba en el momento en que el automovilista realizaba un cambio de dirección, y entonces tocaba cambiar el mapa y ajustarlo a la nueva ubicación. Como para meterse con él por el enjambre de incorporaciones del sur de Madrid a las 8 de la mañana…

1954: Martín Santos pone a España en el mapa

Automapa Martin Santos Gps Espana

«Habría que inventar una especie de mapa movible, cómodo de consultar e iluminado» — Antonio Martín Santos, inventor del Auto Mapa Martín Santos

El Auto Mapa Martín Santos es el siguiente de los casi navegadores para automóvil. Aquel ingeniero leonés llamado Antonio Martín Santos obtuvo en 1957 la Medalla de Oro en el VI Salón Internacional de Inventores de Bruselas, y fabricantes como General Motors y Fiat llegaron a llamar a su puerta. Todo, gracias a un invento surgido de la desesperación de verse perdido en una carretera desconocida y en mitad de la noche.

Mapa

Los mapas del Auto Mapa Martín Santos (elaborados a mano por la hija del ingeniero, María Aurora Martín) se enrollaban a lado y lado de una pantalla, como si de una cinta de máquina de escribir se tratara. Conectado a la transmisión del Simca 9 Aronde que tenía Antonio Martín, donde funcionó 40.000 kilómetros sin apenas errores, aquel protonavegador fue concebido para ser instalado en el salpicadero de cualquier vehículo.

Auto Mapa Martin Santos

Realmente, el Auto Mapa Martín Santos era más que nada un rutómetro pensado para ubicar el coche en la carretera. Se colocaba en el rodillo la banda correspondiente al trayecto que se iba a recorrer y se bobinaba de manera que el dial coincidiera con el punto de partida. En el momento de salir de la carretera para hacer alguna incursión por la ciudad, se podía desembragar la conexión con la transmisión y de esa manera el mapa quedaba bloqueado.

Sí, el invento tenía sus limitaciones, pero marcó un interesante precedente.

1981: Honda Electro Gyro-Cator

El Honda Electro Gyro-Cator es la primera prueba palpable de que un mapa que mostrara el camino a los conductores era un ingenio que se podía comercializar, debidamente incorporado a los vehículos. No se estrenó hasta 1981, es decir, casi 30 años después del último avance conocido en materia de navegación.

Como ya vimos de forma algo más extensa en su día, el Gyro-Cator basaba su funcionamiento en un sistema inercial que, conectado a la transmisión del automóvil y a un giroscopio de helio, registraba la posición de partida y el movimiento del vehículo para deducir en qué punto de la ruta se encontraba en cada momento. Una colección de mapas de plástico intercambiables y un puntero donde se mostraba la posición del vehículo hacían el resto.

Todavía faltaba un cambio de siglo y unos cuantos desarrollos para que llegaran a los automóviles los actuales navegadores, pero sin duda estos cinco precursores mostraron el camino a los sofisticados sistemas que conocemos hoy.

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