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Detectando averías en la válvula EGR

La válvula EGR o Exhaust Gas Recirculation es un elemento para la recirculación de gases del escape. Los fallos en este sistema pueden dar lugar a averías que ponen en riesgo  al vehículo y al medio ambiente. Por ello, en Ruta 401 te ayudamos a detectar a tiempo problemas en dicha válvula.

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¿Qué es la válvula EGR?

La función de la válvula EGR es esencial ya que se encarga de recircular parte de los gases que salen por el sistema de escape hacia la admisión. Esta labor es básica, ya que gracias a ella se vuelve a introducir parte del humo producto de la combustión en los cilindros, consiguiendo reducir los niveles de emisión de óxido de nitrógeno.

De esta manera, el sistema de Exhaust Gas Recirculation es fundamental para el control de las emisiones del vehículo y el rendimiento del motor. El catalizador de oxidación se encarga de controlar los niveles de hidrocarburos o dióxido de carbono; sin embargo, solo la válvula EGR puede controlar los niveles de nitrógeno.

Dependiendo del fabricante y modelo, la válvula tendrá un modo de funcionamiento preestablecido. Los principales factores de los que suele depender son el régimen de revoluciones o la temperatura del motor. Normalmente, para entrar en funcionamiento esta válvula necesita que el motor esté caliente y que el vehículo circule a bajas revoluciones.

 

¿Cómo se manifiestan los fallos en la válvula EGR?

Los problemas en la válvula EGR son una de las principales razones por las que la ITV suele echar para atrás un vehículo, por lo que es una tarea a la que el taller se va a tener que enfrentar de forma habitual.

La válvula EGR puede tener un funcionamiento defectuoso debido a diferentes causas. Una de las más habituales es la acumulación de suciedad o carbonilla en las paredes del sistema. Esto es más habitual en los motores diésel, sobre todo si se circula en relaciones de marchas cortas y a bajas revoluciones.

La acumulación de partículas puede llegar a provocar que la válvula EGR se atasque y se quede permanentemente cerrada. Esto provoca la acumulación de nitrógeno, con lo que aumenta la emisión de humo. Se puede detectar comprobando visualmente los gases del escape. Si sale demasiado humo del tubo de escape y de color negro (con el motor en caliente), lo más probable es que haya un problema con el sistema EGR.

También se puede dar el caso contrario, esto es, que la válvula se quede abierta. En este caso, no podrá cumplir su función ya que la cámara se llenará con todos los gases del escape y disminuirá la proporción de oxígeno, dificultando la combustión y provocando que el motor responda mal en frío, pierda rendimiento y consuma más.

Lo más recomendable para evitar este tipo de problemas es no circular en marchas demasiado largas y a bajas revoluciones. Circular con el motor en régimen “alegre” es, de cara al usuario del vehículo, la mejor manera de evitar problemas futuros en esta válvula. Y como profesionales del sector que somos debemos informar de ello al cliente.

 

 

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