Si eres de los que disfrutan haciendo el mantenimiento de su coche y manchándose las manos de grasa, bienvenido al club. Ya sabrás que esta afición puedes suponer un importante ahorro económico, pero siempre que se hagan las cosas bien y no se trabaje de oídas. Que luego pasa lo que pasa, hay que recurrir a un profesional para reparar el desaguisado y sale todavía más caro.
Es importante tener los conocimientos básicos adecuados, el espacio apropiado para realizar las operaciones, también la herramienta necesaria y ganas de dedicarle tiempo al coche. Pero hay un apartado que muchas veces se olvida y es el más importante, la seguridad.
¿Cuántas veces habrás visto a un mecánico callejero cambiando las pastillas del coche sentado sobre la rueda que ha quitado y metiendo la cabeza en el paso de rueda o tumbándose bajo un coche confiando sólo el en gato? Mal, fatal, peor. En este vídeo el protagonista por suerte sale ileso (por suerte), pero decidió sacar el motor del coche él solito y no sé yo si volverá a repetir la experiencia.
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