La campaña «Elige Calidad, Elige Confianza» recomienda acudir al taller para revisar estos 5 elementos.
Empieza octubre y se van aproximando el frío y las primeras lluvias. Los conductores previsores se acercarán al taller para que les pongan a punto su vehículo para la temporada otoñal-invernal que se avecina. El frío y las precipitaciones hacen que las condiciones de conducción no sean las idóneas y, por ello, algunos de los principales fabricantes de componentes de automoción han lanzado la iniciativa «Elige Calidad, Elige Confianza», coordinada por Sernauto. En ella se recuerda la importancia de hacer una revisión a tiempo para evitar problemas. Entre otros, el profesional mecánico debe prestar especial atención al estado de estos componentes:
- Batería.
El frío provoca que la batería se descargue, por lo que conviene
analizar el estado de la misma en el taller al tercer año de vida de la
misma, como mínimo. De su buen estado depende el correcto funcionamiento
de todos los componentes electrónicos (sistemas de a bordo, control de
tracción, estabilidad, dirección, ABS…), así como de los componentes
eléctricos (faros, alarma, gps, radio…). Para determinar el estado de la
batería debemos prestar atención al tiempo de arranque y al ruido.
- Limpiaparabrisas. Las
escobillas son un elemento clave del limpiaparabrisas, por lo que
debemos vigilar que no dejen rastros de agua o marcas sobre el
parabrisas, así como que no hagan ruido. Conviene cambiarlas cada año,
coincidiendo con el otoño, así como utilizar un líquido lavalunas
homologado. En las escobillas es fundamental un diseño del conector de
la escobilla que asegure perfectamente su sujeción y que evite que se
suelte.
- Suspensión. La revisión de
los amortiguadores debe hacerse cada 30.000 kilómetros. Dado que los
amortiguadores intervienen en el correcto funcionamiento del EPS y del
ABS, un incorrecto mantenimiento de los mismos aumenta la distancia de
frenado hasta un 35%, además de poder provocar la pérdida del control de
la dirección o sufrir aquaplaning. Por otro lado, el mantenimiento
incorrecto de los amortiguadores también aumenta el desgaste del resto
de las piezas (rótulas, soportes, neumáticos…), por lo que se recomienda
cambiarlos entre los 65.000 y los 90.000 kilómetros. El cambio debe
realizarse por completo o por ejes.
- Frenos. Los discos de freno
hay que revisarlos cada 20.000 kilómetros y antes de largos
desplazamientos, atendiendo al estado de los discos, el espesor y la
superficie de frenado. Al cambiarlos, se deben cambiar también las
pastillas y los latiguillos, y hacerlo por eje, para asegurar una
frenada equilibrada que garantice la estabilidad del vehículo. Por su
parte, las pastillas han de tener un grosor mínimo de 2 milímetros. El
líquido de frenos hay que cambiarlo cada dos años, o entre los 40.000 y
los 60.000 kilómetros.
- Filtros y aceite. El buen estado de los filtros es importante para que los fluidos que entran el motor lo hagan completamente limpios. El filtro del aceite suele cambiarse cada dos años, y el de combustible, cada uno o dos años. Para el cambio del aceite, lo más conveniente es seguir las recomendaciones del fabricante, aunque lo habitual es hacerlo cada dos años o entre los 5.000 y los 30.000 kilómetros.