Stefanie Söhnchen (en el blog de car2go)
A menudo se cometen errores al conducir de forma inconsciente. La mayoría de las veces, los conductores no son conscientes de las consecuencias que suponen.
Incluso los más mínimos errores durante la conducción pueden tener consecuencias fatales para el vehículo, el conductor, el copiloto u otros usuarios de la vía pública.
Suele suceder que los conductores no son conscientes de que su comportamiento puede tener unas consecuencias indeseadas. A continuación presentamos algunos de los errores más frecuentes con el fin de sensibilizarte y evitar que se produzcan:
Llevar un calzado inadecuado
Precisamente durante el verano, los conductores tienden a llevar: Chancletas. En verano, este tipo de calzado es el preferido tanto por hombres como por mujeres.
Lo que puede ser muy agradable cuando el calor aprieta, puede ser mala idea cuando se trata de conducir un vehículo.
En una encuesta realizada, el 25 % de los encuestados declararon haberse enganchado las chancletas bajo la alfombrilla del vehículo alguna vez. A uno de cada cinco incluso se le había resbalado la chancleta del pedal.
Por lo tanto: en verano se recomienda al menos llevar consigo calzado de cambio (zapatillas deportivas, sandalias cerradas, etc.) en el coche para poder cambiarse, si fuera preciso, y conducir con seguridad.
Frenado constante al circular cuesta abajo
Al circular cuesta abajo, el vehículo puede tomar mucha velocidad. La mayoría de los conductores reaccionan ante este hecho pisando ligeramente de forma constante durante todo el trayecto cuesta abajo.
Este comportamiento daña los frenos del vehículo. Al frenar constantemente, los discos de freno del vehículo pueden sobrecalentarse ligeramente.
En ese caso, es mejor mantener una marcha más corta. Así, el freno del motor hará que el vehículo frene un poco por sí mismo.
Si no basta con esto, debería dejarse circular al vehículo y frenar de vez en cuando con más intensidad. De este modo someterá los frenos a un estrés menor.
Cambio de vía constante durante un atasco
Esto seguro que te suena: cuando se produce un atasco, parece como si por las vías pudiera avanzarse más rápido que por la propia. Esto hace que muchos conductores cambien de vía frecuentemente.
No obstante, esto sirve de poco. No solo porque le hacemos la vida imposible al que circula detrás, sino porque al cambiar de una vía a otra contribuye uno mismo a empeorar el atasco.
Discutir mientras se conduce
Por el bien de nuestro vehículo, no deberíamos discutir en su interior. Según la opinión de los expertos, en carreteras alemanas una de cada diez causas de accidente se debe a despistes durante la conducción.
Como es natural, esto no solo se debe a las discusiones, si bien esta puede ser causa de accidente con más frecuencia de lo que pensamos.
Dar marcha atrás demasiado pronto
Este error suele cometerse al aparcar en paralelo: la marcha atrás ya está puesta antes de que el vehículo se haya detenido completamente.
Esto es malo para el vehículo, independientemente si se trata de un vehículo con caja de cambios manual o automática, y en el peor de los casos, puede causar daños en la transmisión.
Virar el volante con el vehículo detenido
Siempre que sea posible, debe evitarse virar el volante con el vehículo detenido.
Las fuerzas de dirección son mayores cuando el vehículo está detenido, lo que genera un mayor desgaste de los neumáticos.
Asiento mal ajustado
Lo que de primera mano sonaría a minucia, en caso de accidente tendría graves consecuencias. Por ejemplo, si durante el accidente se activa el airbag.
Antes de que se produzca una tragedia, el conductor debería tomarse el tiempo necesario para ajustar correctamente el asiento del vehículo.
Pies sobre el salpicadero
Esta imagen es típica del período vacacional: Cuando la gente se siente a sus anchas en el vehículo, suele reposar las piernas y los pies sobre el salpicadero, ¡esto sí que es estar cómodo!
Pero esto puede tener consecuencias fatales, porque, también en este caso, el airbag puede ser la perdición. Si se abriera el airbag en caso de accidente, los pies y las piernas serían arrojados contra la caja torácica del ocupante. Esto podría causar roturas, aplastamiento u otros tipos de lesiones físicas.
Nieve sobre el techo del vehículo
Al rascar el hielo del vehículo, no se debe olvidar limpiar la nieve del techo.
Si uno se olvida, existe el riesgo de que, al realizar una maniobra de frenado, la nieve caiga sobre el parabrisas y bloquee la visión del conductor.
Hay que añadir que la multa por transitar con nieve sobre el techo del vehículo asciende a 25 €.
Guardar objetos en la bandeja trasera
Los objetos colocados sobre la bandeja trasera del vehículo pueden precipitarse hacia delante durante el frenado con gran violencia.
Por ejemplo, un paraguas de 300 gramos de peso podría generar un peso de 15 kg durante una colisión circulando a 50.