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¿Qué es realmente un SUV? ¿Cuál fue el primer SUV?

ESTUDIAMOS LA EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO A LO LARGO DE LA HISTORIA
Los SUVs, esos coches que vemos cada vez más y más por nuestras carreteras y cuyo auge no parece que vaya a parar. En el año 2015 se vendieron 3,2 millones de este tipo de vehículos en Europa, superando por primera vez a los líderes del mercado por entonces, los utilitarios. Pero no sólo eso, sino que en 2016 incrementaron su cuota en un 21,4%, lo que significa que uno de cada cuatro coches vendidos ya son SUVs. A nivel mundial, el pasado año, su cuota representaba ya el 29%.

Durante los últimos 25 años la popularidad de estos coches aumentó entre los conductores de las urbes, especialmente en la última década

Y como no vamos a dejar de verlos en un futuro cercano, vamos a hablar en este artículo un poco acerca de ellos. Primero de todo, ¿qué es un SUV? No vale decir “coche sobrelevado útil para subir bordillos e ir a recoger a los nenes del colegio”. El acrónimo SUV proviene del inglés y significa Sport Utility Vehicle o, traducido al español, Vehículo Utilitario Deportivo, entendiendo por deportivo no el hecho de ser veloz, sino el hecho de estar relacionado con el deporte y la aventura. A día de hoy se podrían definir como automóviles mixtos que combinan el pragmatismo de un turismo con la robustez de un todoterreno.

Principalmente podemos hablar de la génesis del SUV en el mercado norteamericano, donde el combustible es muy barato, el espacio para aparcar no suele ser un problema -fuera de las grandes ciudades- y los hábitos de conducción son muy diferentes. Tradicionalmente el mercado europeo ha sido más de coches de tamaño contenido, especialmente después de la SGM, cuando el automóvil se populariza a un ritmo muy elevado. Según va mejorando el nivel adquisitivo, se va pasando a modelos más grandes y espaciosos.

Según el diccionario Merriam-Webster, un vehículo utilitario deportivo es “un vehículo similar a un familiar, pero construido sobre un chasis de camión ligero”, entendiendo como “camión” un pick-up o una camioneta. También se define como “un vehículo grande que está diseñado para ser utilizado sobre superficies de firme irregular, pero que a menudo se utiliza en carreteras y ciudad”. Incuso en el presente, el acrónimo SUV se define también como cualquier turismo con tracción a las cuatro ruedas y una distancia al suelo elevada. Está claro que esta última definición no es la más científica ni la más correcta. Incluso a veces se llama SUV a los auténticos todoterrenos.

Jeep Wrangler

 

La popularidad de los SUVs comenzó durante la década de los 90 para cubrir una necesidad, la de aquellos conductores que demandaban un automóvil sólido y “seguro” (es lo que la gran mayoría de gente piensa, aunque está demostrado que no), como los todoterreno, pero con un enfoque más urbano y asfáltico en vez de campero. Hasta entonces podemos hablar de que la forma iba ligada estrechamente a la función.

Los todoterreno eran vehículos pensados para labores en el campo y disponían de un chasis formado por largueros y travesaños, o en escalera. Las suspensiones eran con ballestas, tenían tracción a las cuatro ruedas y disponían de caja reductora. Estos vehículos eran rudos, pensados para trabajar y circular en el campo, además de contar con una gran capacidad de remolque y grandes recorridos de suspensión. Estaban diseñados para no quedarse atascados en los caminos. Progresivamente, estos vehículos se fueron dulcificando dando como resultado lo que ahora tanto prolifera.

Hoy en día, estos “vehículos utilitarios deportivos” se distinguen por su chasis monocasco y la posibilidad, en su mayoría, de equipar tracción integral. A diferencia del clásico monovolumen, estos coches pueden circular con mayor comodidad por carreteras pedregosas o en mal estado. Si quieres hacer off-road de verdad, es mejor comprar un todoterreno de verdad, de esos que apenas quedan en el mercado…

Sin embargo, los primeros SUVs eran descendientes de los vehículos comerciales y militares, tales como los Jeep y Land Rover de la Segunda Guerra Mundial. Pero los primeros coches de esta tipología llegaron antes de los delirios de grandeza de Hitler y la invasión a Polonia. Veamos algunos de ellos:

1939 Chevrolet Carryall Suburban

Chevrolet Suburvan Carryall (1935-1940)

Primero de todo, querría destacar como curiosidad que el nombre “Suburban” es uno de los más longevos de la historia de la automoción, un nombre que se sigue usando a día de hoy 82 años después. Durante las primeras décadas del siglo pasado, viajar largas distancias era un auténtico via crucis: apenas existían carreteras en condiciones (caminos, básicamente) y hacer viajes largos era un auténtico suplicio. Tomando en cuenta estos reclamos, Chevrolet creó en 1935 el Suburban Carryall, el considerado primer SUV de la historia.

Aquella primera generación salía de lo convencional al ser un vehículo que fusionaba las dimensiones de una camioneta de reparto con la comodidad de un automóvil. Tenía muchos elementos característicos, como una gran cantidad de ventanas, capacidad para ocho pasajeros (en disposición 3/2/3) y una potencia de 60 CV extraídos de un bloque de seis cilindros de 3.4 litros. A diferencia de los vehículos de la época, los propietarios del Suburban podían llevar no sólo a los pasajeros, sino también una gran cantidad de equipaje. Asimismo, pronto se dieron cuenta que el espacio de carga podía ser aún mayor al retirar los asientos traseros. Se vendió únicamente en formato de propulsión trasera.

En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, su popularidad aumentó de manera considerable debido a que la gente necesitaba un vehículo con la capacidad de transportar a las numerosas familias. Después de más de 80 años de vida, el Chevrolet Suburban ha visto pasar 12 generaciones y más de 10 millones de unidades vendidas.

GAZ-61 (1938-1945)

El GAZ-61 fue un vehículo de tracción total (4×4) fabricado por la empresa soviética GAZ en 1938 a partir de la carrocería del GAZ M-21, aunque su producción no comenzó hasta 1940. Se trataba de un vehículo capaz de subir pendientes con un ángulo de hasta 38ª y vadear sobre el agua con una profundidad máxima de 0,72 metros.

Parece más un todoterreno que un SUV ¿verdad? Partió de un modelo militar pero, con el paso del tiempo (1941), se llegó a convertir en un modelo más familiar, rebautizado como GAZ-61-73. Era capaz de albergar a cinco pasajeros con espacio suficiente como para llevar los fusiles Mosin-Nagant en el maletero. Con su motor de 3.5 litros de seis cilindros en línea y 85 CV era capaz de llegar a los 107 km/h.

Pobeda GAZ-M72 4x4

Pobeda GAZ-M72 4×4 (1955-1958)

El Pobeda fue el primer automóvil soviético diseñado tras el final de la Segunda Guerra Mundial y quizás sea el primer SUV “moderno” de la historia. Y digo SUV “moderno” porque fue el primer vehículo de producción en masa con un chasis monocasco y un sistema de tracción total, adaptado del contemporáneo GAZ-69. Pobeda (Победа), que significa victoria en ruso, ya denota el prestigio de este automóvil. La fábrica GAZ decidió aumentar la altura libre en unos 15 cm a uno de sus vehículos más populares, el M20 (el cual compartía muchas piezas con el Opel Kapitan/Kadett de 1936) dado el mal estado de las vías y las adversas condiciones metereologicas del país.

El Pobeda M-20 ganó en tamaño y la planta Gorky Automobile comenzó a fabricarlo en grandes cantidades. Se utilizó la transmisión estándar del Pobeda acoplado al eje delantero del GAZ-69, con una caja de transferencia y un eje trasero nuevo y único, pues no se usaba en ningún otro modelo. El motor era un cuatro cilindros en línea de 2.1 litros y 51 CV. Era el vehículo ideal para recorrer las extensas llanuras soviéticas. De hecho, siguen existiendo numerosas unidades circulando por los países ex soviéticos y cada vez más son solicitadas por coleccionistas occidentales. Tan solo fueron construidas 4.677 unidades durante sus tres años de vida.

He profundizado en estos tres modelos porque me han parecido los más representativos de estas primeras series de SUVs, pero hay muchos más. Posteriores a estos nos encontramos con el International Harvester Travelall (1953), Land Rover Series II 109 (1958), International Harvester Scouts 80 (1961), Jeep Wagoneer (1963), Ford Bronco (1966), Toyota Land Cruiser FJ-55 (1968), Chevrolet Blazer K5 (1969) y Land Rover Range Rover (1970). Dado que el término “vehículo utilitario deportivo” no empezó a coger fuerza hasta finales de la década de los 80, muchos de estos vehículos fueron comercializados como rurales.

Vayamos precisamente a esa época. La historia de los años 80 estuvo marcada por la música, el cine, la televisión, el deporte, la moda y los personajes que contribuyeron a fortalecer el mundo del espectáculo. Las mujeres usaban las modas “globo”, las imitaciones de todo lo que usaban Madonna y Cyndi Lauper. Surgieron artistas como Aerosmith, Bon Jovi, Guns N’ Roses, Michael Jackson, Prince o Queen. Alrededor del mundo sucedieron hechos importantes, siendo las tensiones entre Estados Unidos y la Unión Soviética una de las más recordadas. Pero vayamos al lío que empiezo a desvariar. Es a finales de esta época cuando los SUVs comienzan a pegar fuerte.

Jeep Cherokee XJ

Jeep Cherokee XJ (1984-2001)

Desarrollado bajo el liderazgo de American Motors Corporation (AMC), el Cherokee buscaba de alguna manera posicionarse como un sustituto del coche tradicional, teniendo como público objetivo a las familias urbanas. Era más pequeño, manejable y con un interior más cercano a un turismo que el del Wagoneer, mucho más aparatoso y tosco. Sin embargo, al contar con tracción total y una altura libre al suelo más que decente, servía perfectamente para zonas rurales, aún bastante populares en la época. Estaba construido sobre un chasis monocasco y se ofreció tanto en carrocería de cinco puertas como de tres.

Robert Casey, comisario de transporte en el Museo Henry Ford, afirmó que el Jeep Cherokee (XJ) fue el primer “vehículo utilitario deportivo” en el significado moderno del término

Con la introducción de modelos más lujosos y motores más potentes (hasta 195 CV), las ventas del Cherokee aumentaron de manera notable y se mantuvieron con buena salud hasta su retiro en 2001. Con este modelo, la prensa empezó a utilizar por primera vez el término “vehículo utilitario deportivo”. El éxito del modelo dio lugar a que otros fabricantes comenzaran a copiar la misma fórmula. Fijaos si el modelo fue relevante, que el diseñador y crítico del motor Robert Cumberford, escribiendo para la revista Automobile, afirmó que el Jeep Cherokee (XJ) fue uno de los veinte coches más importantes de todos los tiempos, por su diseño y por ser, posiblemente, la mejor interpretación de lo que significa ser un SUV.

Jeep Cherokee XJ Limited

Pero antes de ir a por el siguiente, un pequeño inciso técnico.

En la década de los 70 aterrizó la crisis del petróleo, primero en 1977 y luego en 1979, por lo que el precio del barril aumentó considerablemente. Ello conllevó a hacer motores menos gastones y decir adiós a la gran escalada de potencia que se estaba viviendo especialmente al otro lado del charco. Básicamente, lo que se hizo fue desinflar la potencia de los motores, haciéndolos mucho más… Homer Simpson, es decir, vagos. La cosa estaba tan mal en esa época que, por poner un ejemplo, GM llegó a montar un motor (Iron Duke) de 4 cilindros en línea, 2.5 litros y 90 CV en todo un icono, el Chevrolet Camaro. ¡Tardaba más de 20 segundos en hacer el 0-100 km/h! Hasta los autobuses escolares adelantaban como misiles a estos engendros. Pero eso es otra vaina.

Para regular la economía del combustible durante los siguientes lustros, el Corporate Average Fuel Economy (CAFE para los amigos) empezó a meter mano en los passenger vehicles, como denominan los norteamericanos a los turismos. Los fabricantes de automóviles evadieron esta regulación vendiendo SUVs como vehículos de trabajo o comerciales, y el truco aún se usa. Keith Bradsher, periodista empresarial y económico y jefe del The New York Times en Shanghái, explicó el ascenso del SUV de American Motors haciendo lobby a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) para una exención de la Ley de Aire Limpio (Clean Air Act). La EPA, posteriormente, designó al Cherokee como un “camión ligero”, y la compañía comercializó el vehículo a los conductores cotidianos. El intento de AMC de saltarse la reglamentación cambiando la definición oficial condujo el auge de los SUVs cuando otros fabricantes comercializaron sus propios modelos en respuesta al Cherokee.

Y llegamos a la década de los 90, años de proliferación para el mercado de los SUVs y de mejoría económica. La tecnología ya comienza a ser la base de muchísimas cosas y la empezamos a ver implantada en nuestro día a día. Entonces llega al mercado también uno de los SUVs más relevantes, o más concretamente, un “todocamino”, el RAV4.

Toyota RAV4

Toyota RAV4 (1994-2000)

En cuanto salió al mercado el RAV4, en mayo de 1994, el público dispuso al instante de una nueva opción en la gama. Toyota había creado (o se le atribuye) un segmento distinto a los conocidos hasta el momento, el de los todocaminos mixtos compactos, una talla más pequeña. Contaba con cuatro cómodas plazas y estaba fabricado con una carrocería monocasco de tipo turismo, por lo que su manejo dinámico era muy similar al de un compacto de carretera. Sin embargo, si el terreno o las condiciones meteorológicas se ponían feos, tenías la tranquilidad de contar con una posición elevada, tracción total permanente y una distancia al suelo suficiente como para salir airoso.

RAV4 viene de “Recreational Activity Vehicle 4-Wheel Drive

Fue un éxito inmediato. Inicialmente, la producción prevista fue de 4.500 unidades al mes. Al recibir 8.000 pedidos el primer mes, los volúmenes de producción se tuvieron que duplicar. A la gente le encantó la imagen y la sensación al volante del RAV4. Con un estilo inconfundible que se asemejaba al de un pequeño todoterreno y un motor de 2 litros y 16 válvulas (129 CV), tenía unas prestaciones con las que se podía defender con soltura: 11,2 segundos en el 0 a 100 km/h y una velocidad punta de 171 km/h. En aquel momento, el RAV4 sorprendió tanto como lo hizo años atrás el Renault Espace.

Los SUVs ya empiezan a llamar la atención de todos los fabricantes, viendo un mercado muy lucrativo donde los beneficios por unidad vendida pueden ser muy superiores a los de un turismo. Como los fabricantes Premium no son tontos, también quisieron aprovecharse de la tarta. Y ahí es cuando entran en escena vehículos como el Cadillac Escalade, Lincoln Navigator, Mercedes-Benz ML o BMW X5, aunque estos no fueron los primeros SUVs de lujo.

En 1966, Kaiser Motors construyó una versión más elitista del Jeep Wagoneer, denominándolo Super Wagoneer. Fue el primer SUV en ofrecer un motor V8, transmisión automática y diversos elementos de equipamiento nada propios de los todoterreno de la época: aire acondicionado, techo solar o de vinilo, ajustes eléctricos en los asientos… Su producción finalizó en 1968. Land Rover hizo exactamente lo mismo con el Range Rover de 1970, continuando así con la aparición de nuevos competidores que añadían elementos de confort a modelos que, de partida, eran más rudimentarios.

A finales del pasado siglo, la producción de los SUVs de lujo, especialmente en EE.UU., aumentó con los ya mencionados Lincoln Navigator (1997) y Cadillac Escalade (1998). Estos vehículos generaban enormes beneficios a las marcas, pues partían de las mismas plataformas que sus coetáneos generalistas, Ford Expedition y Chevrolet Suburban/GMC Yukon respectivamente. Ambos modelos derivan a su vez de los chasis que Ford y GM emplean en sus camionetas, es decir, las F-Series y Silverado/Sierra. Los pick-up son especialmente rentables en Estados Unidos por ser vehículos de trabajo… y de ocio.

Aquí en Europa, los primeros SUVs de lujo los encontramos de la mano de Mercedes y BMW (con permiso de Land Rover). Después llegó el Cayenne

Viendo el éxito de los SUVs en Estados Unidos, Mercedes-Benz se aventuró a lanzar su propio modelo diseñado para satisfacer la demanda de este mercado. Era 1997 y el modelo se bautizó como ML (W163), el primer SUV de la marca de la estrella que, como no podía ser de otra manera, incorporaba lo último en seguridad, siendo el primer todocamino en equipar control de estabilidad y cuatro airbags de serie. En marzo de 1999 recibió en Ginebra el premio de Coche del Año.

BMW lanzó al mercado el X5 (E53) el 1 de septiembre de 1999, siendo el primer SUV de la marca bávara, aunque BMW lo denominó SAV (Sport Activity Vehicle). Muchos se llevaron las manos a la cabeza, “¿un BMW con aspecto de todo terreno? – Ughh, eso no puede funcionar”. Pues funcionó, funcionó muy bien. El 23 de agosto de 2001 ya se habían vendido 100.000 unidades y, el 9 de junio de 2005 se fabricó la unidad número 500.000, llegando a un total de 616.867 unidades al final de su producción en 2006. Cualquiera lo diría, pero el X5 ha sido el mayor éxito de BMW desde el Serie 3.

Y qué decir del Porsche Cayenne (2002), descrito como una traición a Ferry Porsche por el periodista Manuel Domenech, que no solamente se convirtió en un éxito de ventas, sino que salvó a la marca de deportivos de un posible final. Michelin tuvo que desarrollar unos neumáticos totalmente adaptados a sus características, ninguna rueda del mercado aguantaba su peso, ni su potencia. Ahora mismo Porsche es un fabricante de SUVs que también hace deportivos, más de la mitad de las ventas son de Cayenne y Macan.

Peugeot 5008 2017

Del SUV al crossover y la democratización del segmento

Es en este momento cuando entramos en la última etapa, ya entrado el siglo XXI. Aparece un nuevo segmento de aspecto campero, el de los crossover. Bien es cierto que a todos los turismos sobrelevados les llamamos SUVs, pero no es así, hay diferencia entre ellos. En la página web de Peugeot España tenemos por ejemplo un pequeño listado de las diferencias existentes entre un SUV, un crossover y un todo terreno. Veamos que dice:

– Un todoterreno 4×4 está preparado para circular por cualquier superficie, ya sea asfalto o montaña, por lo que tienen mayor peso y resistencia y el chasis reforzado.
– Por definición, un coche SUV es más económico que un todoterreno, ya que generalmente un SUV consume menos carburante que un todoterreno 4×4.
– A ello le ayudan unos neumáticos mixtos, que le ayudan a desenvolverse con mayor seguridad en asfalto que un todoterreno, y tienen aptitudes fuera de carretera.
– Son coches más fáciles de conducir, puesto que en la mayoría de los casos no necesitan el bloqueo de diferencial para adaptarse a un tipo de terreno bacheado o deslizante.
– Su habitáculo es más amplio y confortable (hasta 7 plazas y maletero modulable), ideal para viajar en familia y transportar equipaje sin preocuparse del espacio. La alta suspensión, los altos capós y los bajos reforzados lo protegen de los golpes.
– Los crossover y todocaminos están más cerca del turismo convencional que los SUV. Son vehículos a los que se les han añadido algunas prestaciones de los todoterrenos, pero no pueden desenvolverse fuera del entorno urbano sin exponerse a serios percances.

Infiniti Q30S 2.0T AWD

¿Cómo podríamos definir lo que es un crossover?

El término en sí significa cruce, por lo que un crossover es una mezcla de varios coches, siendo en su mayoría un compacto, un monovolumen y un todo terreno. Si somos suspicaces, bien podríamos decir que detrás de la definición crossover siempre hay una clara intención del equipo de marketing de turno para buscar una justificación de su producto y, a menudo, arrimarse al árbol que mejor va a cobijarle.

El término crossover comenzó a utilizarse en la industria hace décadas, pero no ha sido hasta hace unos pocos años que se popularizó. Podríamos definir pues, que un crossover es un cruce entre el turismo de toda la vida y el SUV. Es decir, un vehículo que parte de la plataforma de un turismo al que se le han dado unos cuantos esteroides para parecer más “machote” pero que, al fin y al cabo, sigue siendo un turismo.

La teoría dice que el crossover nació en cuanto el SUV perdió por completo cualquier aspiración más campera. En la práctica, la marca de turno decide si su producto es un SUV o un crossover según su estrategia publicitaria

Veamos algunos ejemplos anticipados:

En verdad, el hecho de que ciertos coches se denominen SUV o crossover no determina sus capacidades fuera del asfalto. Sin embargo, hay modelos que han hecho suyo el apelativo de crossover y son muy aptos para salir del asfalto, con la posibilidad de equipar tracción total y un buen neumático mixto que, con su agarre y su altura libre, que sigue siendo superior a la del turismo de toda la vida; puede permitirse ciertos lujos en el campo.

Por otro lado, también hay otros que han renunciado incluso a la posibilidad de equipar tracción total. Peugeot, por ejemplo, está apostando fuerte por su Grip Control, un sistema electrónico que optimiza la motricidad en condiciones de baja adherencia, pero sin llegar a usar un sistema de tracción a las cuatro ruedas, solo en un eje (normalmente el delantero).

Pero, ¿quién fue el precursor de esta terminología? Seguro que la gran mayoría de conocedores del tema estarán pensando ahora mismo en el Nissan Qashqai. En parte es verdad, pero no es “La Verdad”. Hubo otro coche en la misma época del nacimiento del crossover nipón que contaba con unos ingredientes similares, pero que su resultado fue completamente distinto. Ese coche fue el Dodge Caliber.

Dodge Caliber 2010

Cuando los crossover dispararon sus ventas: Dodge Caliber y Nissan Qashqai

El Dodge Caliber nació de la necesidad del grupo Daimler-Chrysler de sustituir al decadente Dodge Neon, un sedán compacto que, en 2005, tras diez años en producción, murió silenciosamente. Dodge necesitaba un coche global, así que debía de tener en cuenta los gustos de cada mercado. Europa quería un compacto tradicional de cinco puertas, mientras que mercados importantes como el estadounidense y el chino buscaban ese “estilo SUV”, sin olvidarse de que el formato de monovolumen todavía tenía buenos adeptos. El resultado final fue una suerte de crossover que fue presentado en el en Salón del Automóvil de Ginebra de 2005 como prototipo y en el Salón del Automóvil de Detroit de ese mismo como modelo de producción

Si uno mira y compara atentamente los tiempos del Qashqai (prototipo en el Salón del Automóvil de Ginebra 2004 y modelo de producción en el Salón del Automóvil de París en 2006, antes de comenzar a venderse ya en 2007), podemos ver enormes similitudes y paralelismos. De hecho, Nissan también tenía un enorme problema en el segmento C, con un Almera que era incapaz de venderse igual que sus rivales, y probar esta vía del compacto cruzado con SUV y monovolúmen parecía una buena opción de combatir con un argumento diferente.

El Caliber era un coche económico para el tamaño que tenía, y aquí en España encima se vendía con el “Dios-señor todopoderoso” y alabado (por entonces) 2.0 TDI de Volkswagen de 140 CV. Sin embargo, su paupérrima calidad interior no gustó nada a este lado del charco, lo que supuso un grave fallo por parte de Daimler-Chrysler teniendo en cuenta que el interior es un punto clave para los compradores europeos. En EE.UU. las cosas tampoco le fueron mucho mejor ya que no tenía una posición clara en el mercado. Para los consumidores estadounidenses se que quedaba a medio camino entre una berlina y un “coche de ciudad”, lo que repercutió en unas ventas bastante mediocres. Eso unido a una puesta a punto enfocada excesivamente al confort (casi como si fuese un barco), dio como resultado un coche cuyo concepto original era bastante bueno, pero su desastrosa ejecución lo condenó al abismo.

Nissan Qashqai (2006)

Por el otro lado tenemos al Nissan Qashqai, un claro superventas. Contando con la plataforma del Scénic y Mégane de Renault (así como gran parte de sus mecánicas), el Qashqai llegó para sustituir al Almera junto con el Tiida, coche soso e insulso como él solo, por cierto. Aunque fuese visto con ojos escépticos por la industria, lo cierto es que fue un éxito de ventas incomparable: 1,65 millones de Nissan Qashqai de primera generación fueron fabricados en 7 años de producción, y su segunda generación ha logrado convertirse en el coche más exitoso de la historia europea de Nissan. En tan solo 10 años, el Qashqai logró superar las 2,37 millones de unidades del Nissan Micra, modelo que estuvo 30 años en producción. Casi nada. A diferencia del Caliber, el Qashqai fue un producto bien ejecutado que le ha llevado a la senda del éxito.

Tampoco hay que olvidarse de que la fiebre SUV también afecta a los segmentos tradicionales. Ahí tenemos a los familiares camperos (Peugeot 508 RXH, Audi A6 Allroad), compactos camperos (Volvo V40 Cross Country, DS 4 Crossback), urbanos camperos (Hyundai i20 Active, Volkswagen Cross Polo…) e incluso ahora berlinas camperas (Volvo S60 Cross Country y Qoros 3 GT).

Grosso modo solo son los mismos coches que en sus versiones normales, pero con un aspecto de todoterreno. El hecho de tener unos milímetros más de suspensión y falsas defensas de plástico no da mejores resultados en la carretera ni fuera de ella. Solo son kits que los fabricantes ofrecen por una suma de dinero nada justificada pero que los clientes sí están dispuestos a pagar por ellos. Con muy pocos cambios se puede hacer que un modelo ya amortizado atraiga a más compradores, incluso que invite a considerar otras alternativas a aquellos que se encuentran indecisos entre un turismo y un SUV. Sigue siendo un turismo que apenas ha ganado aptitudes camperas, pero que su estética, para muchos, ha mejorado.

DMA_Espace5_0167

La moda SUV es tan fuerte que hasta Renault, quien popularizó el concepto monovolumen, ya considera al Espace un crossover. Da que pensar…

Hoy por hoy, aunque ciertas marcas establezcan diferencias entre lo que es un SUV y lo que es un crossover, no hay realmente tanta diferencia pues es más marketing que otra cosa. La mayoría de vehículos de esta tipología parten de una plataforma de turismo, cuentan con chasis monocasco y, en su mayoría, con tracción a dos ruedas y opción a tracción a las cuatro (y si eso). Está bien tener cada coche en su categoría, pero muchas se suplementan o crean conceptos mixtos: hay SUVs, SUVs coupés, SUVs descapotables, berlinas coupés…

Dicen algunos que los detractores de los SUV hemos perdido, y que ya gozan de plena aceptación social. El mercado se está saturando en oferta de modelos, en segmentos y subsegmentos, y los diseños buscan diferenciarse del grueso: unos apuestan por la agresividad, otros por el clasismo, otros por el lujo, otros por la tecnología… Del segmento A con los crossover básicos al segmento F de gran lujo, hay prácticamente un SUV para todos los gustos…

Al final la decisión de compra depende de uno mismo.

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