En este preciso momento (da igual qué hora sea, no importa en qué día estemos), dos conductores están rellenando un parte amistoso de accidente en España. Ante el más mínimo roce, la reacción más sensata es rescatar de la guantera la declaración amistosa. Así sucede en España alrededor de 3.700.000 veces al año, más de 10.200 al día, 7 por minuto.
Nadie está obligado a cumplir este trámite, pero el sentido común aconseja hacerlo. El presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo, lo justifica: “Es lo más conveniente. La gran virtud del parte amistoso de accidente es que gracias a él las compañías aseguradoras implicadas van a tener la misma versión de los hechos, por lo que la resolución del caso será mucho más ágil”, señala Arnaldo. Y no tiene nada que ver con asumir responsabilidades. “Los automovilistas deben limitarse a describir fielmente los hechos. No debe haber una discusión sobre la culpabilidad porque de esa valoración ya se encargarán las compañías”, añade Arnaldo.
Pero ¿tienes claro cómo debes hacerlo? Conviene dedicar un rato a rescatar de la guantera la declaración, leerla y tenerla más o menos controlada por si un día hace falta recurrir a ella. Merece la pena: según la empresa de gestión LeasePlan, uno de cada cuatro casos no se resuelven de manera amistosa por culpa de los errores cometidos cuando se rellena el parte.
Estos son los apartados de los que consta un parte de accidente, que aparecen duplicados porque hacen referencia al vehículo A y al vehículo B.
Fecha: Es necesario apuntar la fecha y la hora del siniestro.
Localización: Se recomienda indicar la ubicación con exactitud: bien sea en carretera (conviene indicar el punto kilométrico) o en ciudad (se debe concretar calle y número).
Víctimas: Debe quedar registrado si hay o no víctimas. Un punto redundante, ya que la declaración pierde validez cuando hay víctimas en el accidente.
Daños materiales: Dos preguntas que se contestan con un sí o un no. ¿Hay daños en otros vehículos no involucrados en el accidente? ¿Hay daños en objetos distintos al vehículo?
Testigos: Un apartado fundamental en la declaración. Resulta clave contar con testigos: aunque al principio todo parezca claro y no haya dudas, siempre pueden surgir mientras duran los trámites de resolución. Imprescindible anotar nombre, dirección y teléfono.
Asegurado: Aquí deben constar los datos del tomador del seguro: nombre, apellidos, domicilio, código postal y país. La declaración pide indicar “Teléfono o email”, pero si se indican los dos, mejor.
Vehículo: Otro dato importantísimo que debe figurar en el parte: la matrícula. La marca y el modelo, también, pero son menos relevantes.
Aseguradora: Para agilizar el proceso son imprescindibles el nombre de la compañía y el número de póliza.
Conductor: Este apartado no tiene mucho misterio: aquí se piden los datos que aparecen en el permiso de conducir.
Punto de choque inicial: En este caso, basta con señalar con una flecha el lugar del impacto.
Daños: Sirve para hacer un breve resumen de los daños apreciados en el vehículo.
Además de lo anterior, la clave del parte se encuentra probablemente en la columna central, llamada Circunstancias. Aquí aparecen 17 situaciones que sirven para reflejar, “al menos el 80% de las circunstancias que rodean a un accidente”, en opinión de Mario Arnaldo.
‘Estaba estacionado/parado’, ‘Entraba a una plaza de sentido giratorio’, ‘Adelantaba’, ‘Giraba a la derecha’… Hay que poner especial cuidado en marcar las casillas correctas, ya que a partir de esa información (en función de lo que señalen los implicados) las compañías determinan la culpabilidad del siniestro. No se trata de usar algún truco para intentar engañar a la parte contraria, sino de ajustarse a la realidad sin que la parte contraria se aproveche de uno. Y como explican en la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa), “si el suceso no se ciñe a ninguna de las alternativas descritas, es preferible no rellenarlo y dar la explicación oportuna en Observaciones y detallar como ha ocurrido el siniestro”.
Por último, y también fundamental, queda dibujar un croquis que refleje el accidente. Las aseguradoras no piden arte: basta con un esquema que sirva para entender un poco mejor cómo se ha producido el choque.
OTRAS CUESTIONES FUNDAMENTALES
Además de rellenar el parte (en letras mayúsculas y fácilmente legibles, y apretando con fuerza para que los datos de la hoja principal se calquen correctamente en la secundaria), conviene tomar fotos con el móvil que servirán como prueba. Una vez recogidos todos los datos, los trámites continúan: para evitar problemas, hay que remitir la documentación a la compañía aseguradora en un plazo máximo de siete días.
Si lo anterior resulta farragoso, existe una alternativa digital. La app iDEA (disponible para iOS y Android) permite utilizar el móvil para rellenar el parte y enviarlo directamente a las aseguradoras. Desde su puesta en marcha, hace ahora dos años y tras más de 66.000 descargas, se han presentado casi 10.400 partes telemáticos.
Existen tres casos, no obstante, en los que no se puede usar el parte de accidente: cuando hay daños personales, cuando no existe acuerdo entre los implicados o cuando hay más de dos coches involucrados. En tales circunstancias, lo mejor es recurrir a la Guardia Civil o, en su caso, a la policía local.