Mantener el coche en perfecto estado evita averías graves, riesgos evitables y desembolsos económicos innecesarios.
Por tanto, los talleres deben concienciar a los usuarios de su importancia. Para ello, Norauto ha publicado en su blog el decálogo del mantenimiento preventivo.
1. Amarás y cuidarás de tu vehículo: cumpliendo con las revisiones periódicas y los cambios de componentes que estipula el fabricante.
2. No ignorarás un síntoma o aviso: conviene chequear en el taller el estado del coche cuando se encienden testigos, se oyen ruidos anómalos o el comportamiento del vehículo varía.
3. Vigilarás la presión y el estado de los neumáticos: mensualmente y antes de iniciar un viaje. De este modo, será posible detectar grietas, deformaciones y desgastes.
4. Revisarás los diferentes niveles: de aceite, líquido de frenos, anticongelante, refrigerante, agua limpiaparabrisas, etc., una vez al mes y antes de salir de viaje. No hacerlo pone en peligro la salud del motor.
5. No descuidarás el filtro de aire: porque permite que el motor ‘respire’ y su buen estado es fundamental para un correcto funcionamiento mecánico.
6. Prestarás atención a los recambios recomendados por el fabricante: y optarás por productos de calidad, que garanticen la eficacia de tu vehículo.
7. No dejarás parado el coche mucho tiempo y realizarás menos viajes cortos: si no se va a utilizar el coche durante un tiempo, es recomendable arrancarlo dos veces por semana.
8. Conducirás de forma pausada: evitando golpear los bordillos, los frenazos bruscos, maniobras agresivas y dejarás que el motor se caliente antes de iniciar la conducción.
9. Protegerás a tu coche como a ti mismo: resguardar el automóvil de la noche y de las inclemencias meteorológicas, protegerlo de la humedad y de otros factores, favorece su buen mantenimiento.
10. Lo mantendrás limpio: por fuera y por dentro. La acumulación de suciedad es un foco de corrosión. Además, conviene limpiar el motor para que no haya exceso de grasa, que reduzcan la capacidad de refrigeración.