Un sueño hecho realidad: conducir desde los 11 años

No son pocos los expertos en seguridad vial que dicen que cuanto más pronto se empieza a conducir, más seguro será el conductor en el futuro. La capacidad de aprendizaje de un niño es tremenda, y es un potencial a explotar. ¿Problema? No se puede conducir hasta los 18 años por norma general, si bien en países como EEUU (16) o Reino Unido (17) se puede empezar un poco antes. Pero, ¿y si se pudiese conducir desde los 11 años?

En 2009 se creó en Reino Unido una autoescuela muy especial, Young Driver. Cualquiera que mida 1,42 metros y haya cumplido 11 años puede empezar a recibir lecciones en coches de doble mando, dentro de recintos cerrados adaptados para las clases. Es una iniciativa que cuenta con el patrocinio de empresas como Škoda, Goodyear o Admiral, por lo que los precios son muy similares a los de una autoescuela al uso.

Disponen de 42 centros a lo largo del país

Más de 300.000 adolescentes han pasado por sus instalaciones. No se trata únicamente de formar conductores, también es por pura diversión. El entrenamiento básico se hace con Škoda Citigo, pero se acaba de añadir a la flota un coche muy especial, un Bentley Arnage 6.75 V12 de 1998, de 400 CV.

Evidentemente la caballería no se aprovechará totalmente, pero permite a los pequeñuelos aprender a desenvolverse con un coche muy grande (5,4 metros de largo), y los padres pueden babear desde el asiento trasero, ya que un instructor va delante controlando todo. Hay letra pequeña: el pupilo ha tenido que dar previamente una clase de una hora con los Citigo, pero es comprensible.

Servidor, que empezó a conducir desde su tierna infancia -fuera de carretera, obviamente- cree que estas iniciativas deberían estar impulsadas incluso por las autoridades. Los mejores pilotos de este mundo empezaron desde pequeños en las categorías inferiores. Cuando lleguen a la edad adulta, tendrán mucha más confianza en ellos mismos, serán más conscientes de lo que implica conducir un coche, y saldrán a la carretera siendo mucho más responsables.

En nuestro país no es legal que un menor conduzca en carretera abierta, aunque mida 1,35 metros de alto, vaya en un coche de autoescuela y con un formador vial a su derecha, salvo si está recibiendo clases de conducción. En 2008 un profesor de autoescuela intentó dar la vuelta a España con su hija Clàudia Fornos de 12 años al volante (con nueve de experiencia en karts), y las autoridades lo impidieron antes de empezar. Existía un vacío legal. Eso sí, dentro de un recinto privado, no hay tal limitación.

Podría haber una empresa como Young Driver en España. Si tuviese los medios, la fundaría yo mismo. Apostar por la juventud es siempre una buena inversión.