Desde hace un tiempo, las asociaciones de talleres se han afanado en inculcar dentro y fuera del sector la función social de los establecimientos de reparación, como un actor más de la sociedad a la que da servicio, no sólo desde las instalaciones donde reparan o mantienen los vehículos de sus clientes.
Pues bien, un mecánico londinense ha dado cien pasos más allá. Y es que en el barrio de Hackney, al este de la capital británcia, Errol McKellar tiene un taller de reparación. Miles de clientes llevan sus vehículos a su establecimiento para comprobar el aceite, el motor, los frenos y hacer revisión anual que exigen las autoridades del Reino Unido.
Y aquellos que cumplen con una condición particular, reciben un descuento ¿Qué condición deben aceptar para pagar menos? Hacerse un examen de próstata.
Todo viene, según cuenta la BBC, porque McKellar fue diagnosticado de cáncer de próstata en 2010. Fue operado en febrero de 2011 y actualmente se encuentra en buen estado de salud. Este profesional de la reparación, al igual que muchos otros pacientes, se dio cuenta de que padecía esta enfermedad por casualidad.
A 46 de sus clientes les detectaron la enfermedad, gracias a que accedieron a hacerse la prueba por su recomendación.
Este mecánico recuerda que fue al médico por otro motivo: su esposa lo convenció de ir, harta de escucharlo roncar. Estando en la sala de espera hojeó un panfleto sobre las pruebas para detectar esta enfermedad. Y, esos pocos minutos le cambiaron la vida.
El cáncer de próstata es una de las formas más comunes de cáncer en los hombres. Ocurre mayormente en hombres de edad avanzada. Y, como se desarrolla lentamente, es posible no tener síntomas por varios años. Estos solo comienzan a notarse cuando la próstata se agranda lo suficiente como para afectar la uretra (el conducto que lleva la orina desde la vejiga hasta el pene).
Como la próstata es una glándula que se encuentra debajo de la vejiga y delante del recto, los principales síntomas son urinarios: necesidad de orinar más a menudo, sobre todo por la noche; sensación de urgencia para ir al baño, dificultad para empezar a orinar; poco flujo urinario, o demora para orinar; y/o sensación de que la vejiga no se vacía del todo.
En algunos casos, esta enfermedad puede curarse si se trata en un estadio temprano. Entre los tratamientos posibles se incluyen la cirugía para retirar la próstata, la radioterapia y la terapia con hormonas.
Desde que le diagnosticaron el cáncer, McKellar se propuso crear desde su espacio más conciencia sobre esta enfermedad de la que, por lo general, los hombres no suelen hablar. Por eso distribuye un folleto sobre la misma y hace un descuento a quienes aceptan hacerse la prueba.
Con esa simple acción, les ha dado a muchos la posibilidad de vivir más. «Ya van 46 hombres de todos con los que he hablado a los que le han diagnosticado la enfermedad», le dice a la BBC. «Desafortunadamente hemos perdido a dos: uno de 36 años y otro de 42″.
Thomas, uno de los clientes de McKellar, asegura que el folleto que le dio McKellar resultó en un diagnóstico temprano. «Ese encuentro me cambió la vida», afirma emocionado. «Hizo feliz a toda mi familia».
Gracias a esta iniciativa, este mecánico de 59 años es muy conocido en todo el Reino Unido. De hecho, alguna publicación le ha propuesto en alguna ocasión como ‘británico del año’ por su especial campaña de concienciación